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Nos hemos mudado

Nos hemos mudado, ahora, encontrarás mi nuevo blog aqui:

La Gallina Clueca

http://lagallinaklueca.blogspot.com/

Nos vemos!

A pesar de que  no lo he elaborado yo, no me resisito a publicar una entrada con este original juego que nos ha regalado esta mañana nuestra amiga Virgi, autora del blog Coser y Cantar. Mi hijo se ha quedado encantado con el juego, ¡parece mentira que una cosa tan sencilla pueda resultar tan divertida!.

Para quien quiera hacerse con uno, las instrucciones y el material no pueden ser más sencillos;

  • Un botón
  • Un trozo de cordoncillo «Cola de ratón»
  • Varios trocitos recortados de fieltro

¿En qué consiste el juego? Pues es bastante obvio, en ir metiendo el botón a través del ojal de los trozos de tela. Así, poco a poco, los peques aprenden a abrocharse ellos solitos las camisas o pantalones.

Para guardarlo, nuestra amiga ha optado por coser una  bolsita con un estampado muy original!

Estos zapatitos los hice el pasado invierno, pero me hacía ilusión publicar una entrada para enseñároslos. El patrón lo saque de aqui; http://www.homespun-threads.com/patterns/kimonoshoes.pdf y utilicé tela que me había sobrado de otros apaños.

Solo necesité:

-Un retal de polar y un retal de algodón (son tan pequeños que casi con cualquier trocito de tela sirve)

Tengo muchas ganas de que llegue el invierno para poder ponérselos a mi hija, y aunque los acabados no son de lo mejor que hay, debo reconocer que en los últimos meses he mejorado bastante mi técnica. ¡Prometo mejorar todavía más!

Cookies…ummmmm

Hoy nos han invitado a comer unos buenos amigos y a mi hijo se le ha ocurrido llevarles unas galletas caseras aprovechando que hace poco había sido el cumpleaños de la anfitriona.

Hace poco encontré la receta de unas cookies de chocolate que parecía bastante sencilla y puesto que teníamos todos los ingredientes en casa  nos hemos puesto manos a la obra y han estado listas en un pis pas.


Ingredientes:

300 gr de harina
120 gr de mantequilla
110 gr de azúcar blanco
110 gr de azúcar moreno
100 gr de chips de chocolate
1 huevo
1 cucharadita de levadura.

Preparación:

Precalienta el horno a 180º. Bate la mantequilla ablandada con los dos tipos de azúcar hasta que esté cremosa. Añade después el huevo batido, la harina y la levadura tamizadas; mezcla bien. incorpora los chips de chocolate y deja la mezcla en la nevera 1 hora.
Mientras unta una placa de horno con mantequilla o papel de horno y extiende la masa con un rodillo, espesor de unos 3 mm. Colócalas en la bandeja dejando espacio entre ellas para que no se junten.
Hornear hasta que estén doradas (de 7-9 minutos).

La receta origial indicaba 10-15 minutos, pero de las dos bandejas que hemos preparado la más rica ha sido la que menos tiempo ha estado en el horno.

Hace tiempo que quería actualizar la cocinita de mi hijo, y nunca encontraba el momento para hacerlo. La puertecita del horno se estropeó a los pocos días de estrenarla y desde entonces se había quedado así, rota y sin arreglar. Hace unos días compré una tela muy graciosa en Ikea, para coser unas bolsitas (que ya os enseñaré en una entrada posterior), y aprovechando que había desenpolvado la máquina de coser y que me sobraba bastante tela aproveché para sustituir la puerta estropeada del horno por unas prácticas cortinas.

Tengo que reconocer que fué un trabajo bastante improvisado, ¡¡pero al menos ya no se nos cae la puerta cada vez que queremos «hornear» algo!!


Hace unas semanas estando de visita en casa de una amiga,  descubrí esta maravillosa receta. Mientras nuestos hijos jugaban, ella nos sacó para merendar unas jugosas magdalenas de chocolate cuyo sabor he rememorado bastantes veces desde entonces.

La receta original podéis encontrarla en su Blog (que dicho sea de paso me sirve inspiración) «Mi Rincón de Mariposas«, no obstante, os la dejo tambien aquí;

  • 2 Huevos
  • 225gr de Harina
  • 1/2 sobre de levadura en polvo
  • 1 chorrito de leche
  • 100 gr de aceite
  • 1 tableta de chocolate con leche troceada
  • Cacao en polvo (hasta que la mezcla quede oscurita, una cucharada grande aproximadamente)
  • 200 gr de azúcar

Lo mezclamos bien todo y lo metemos en moldes de papel o silicona. Si los moldes son de papel debemos dejarlo unos 12 minutos a 180º (previamente precalentado el horno). Si los moldes son de silicona más gruesa (en nuestro caso del Ikea) podemos dejarlo unos 18-20 minutos.

¡Ya me diréis que tal! Ñam ñam!!

Hace unos meses, y después de pesármelo mucho, me compré la olla  Chef O Matic. Para quien no sepa lo que es, diremos que entra en la categoría de «ollas programables» y para mi se ha convertido en una de mis mejores aliadas en la cocina, sobretodo ahora, pues al ser cuatro en la familia el tiempo es oro y una olla programable te hace la vida más facil.  A la hora de comprarla elegí el modelo antiguo, pues el nuevo no tenía pala de amasar y a mi me apetecía mucho cocinar con masas (pizzas caseras, pan, bizcochos…)

Uno de mis grandes descubrimientos fué el pan casero, nada que ver con el que hoy en día venden en la mayoría de panaderías.

Con la vuelta al cole he retomado el pan casero para la merienda de mi hijo mayor, ya que a parte de salirme baratísimo es un gustazo ver como se lo termina todo.

Si no tenéis Chef o Matic lo podeis hacer igualmente, por supuesto, sólo que tendreis que amasarlo a mano e ir controlando los tiempos. Os paso un magnífico enlace para las que os animeis: El Foro del Pan  ¡Cuidado que engancha!

Este pan que os presento hoy es de avena, ahí va la receta!

PAN DE AVENA;

  • 250 ml de leche
  • 2 medidas de harina de pan (400ml aprox)
  • 1 medida de avena (200ml aprox)
  • Azúcar moreno (2 cucharadas)
  • Sal, 1 cucharada y 1/2 de café
  • Mantequilla (2 cucharadas)
  • Levadura seca de pan (1 cucharada y 1/4)

Este pan se prepara con el programa 10 de la Chefo, si lo haceis si ella debeis amasar todos los ingredientes y dejar reposar durante 3 horas. Después, ya se le puede dar forma y puede meterse en el horno directamente.

Cuando una decide ser madre (o padre), generalmente lo hace con falsas ideas preconcebidas, fruto de su educación, de su entorno, de la sociedad en la que vive… Raras veces ese deseo viene acompañado de reflexiones reales acerca de lo que significa tener un hijo, y frecuentemente una de las primeras cosas que se tienen en cuenta a la hora de tomar la decisión es si se tienen suficientes recursos (entendiendo por recursos «poder adquisitivo»)  para poder darle «todo lo que necesita», sin preguntarse «qué es lo que necesita«.

Es facil pensar, aún más cuando se es primeriza (o primerizo), que la llegada de un bebe es un acontecimiento que se puede tener del todo milimetrado. Se le amuebla y decora una habitación, se le compran miles de cachivaches (la mitad de los cuales nunca se van a utilizar), se planea dónde va dormir el bebe, la hora a la que se le va a bañar y la hora a la que va a comer todos y cada uno de los días… Y cuando llega el dia, como por arte de magia, nada de lo que se había planeado surge efecto.

A la revolución hormonal de los primeros días se le suma el intento desesperado de que la criatura «amortice» todos aquellos objetos que se han adquirido «en su honor», pero…¡Sorpresa! …no le gusta dormir en su cuna, no le gustan los muñecos (es bastante lógico en un bebe de días), no le hace gracia el carrussel con pilas que han colocado en su hamaca ni la música que sale de ella. Ninguno de los objetos que pueden verse en la habitación son de su agrado, y sin embargo, es suficiente con los brazos de sus padres (o a veces de cualquier otra persona) para dar consuelo.

Un beso, una caricia, una canción o simplemente el contacto con la propia piel, consiguen lo que no consiquen todos los artículos de puericultura que hemos ido adquiriendo durante meses.

Por supueso, es comprensible sucumbir a la tentación de tantas compras inútiles ante la llegada de un bebe, comprensible, lógico y además, «hace ilusión», y no es necesario dejar de hacerlo, si se puede (aunque si recomendable).

Lo verdaderente importante, es saber que esas cosas, no son las que van a hacer feliz a nuestro hijo…que aquello que no se ve, es con diferencia lo que necesitan nuestros hijos.  Parece un cambio de chip fácil, pero echando un vistazo a nuestro alrededores veremos que no debe serlo tanto, cuando ante la llegada de un nuevo bebe se siguen adquiriendo todo tipo de artilugios que nos venden como imprescindibles. Intentemos reprimir ese impulso por un momento para criar a nuestros hijos sin esa necesidad de consumir que poco a poco ha ido calando en nuestra sociedad, y que tan dificil nos resulta ahora sacarnos de encima.

La necesidad de «tener» y «poseer» todo lo que se nos vende como «necesario» es una losa pesada que llevamos a nuestras espaldas, pero es una vez que nos la hemos quitado de encima, cuando podemos caminar mirando a la vida de frente, y en consecuencia, viendo las cosas con mayor claridad.

«Lo esencial, es invisible a los ojos…» El Principito

Portabebes del mundo

Esta es un sólo una pequeña muestra de los diferentes portabebes que hay alrededor del mundo. A veces, perdemos la perspectiva creyendo que «esto de los portabebes» es una moda de los últimos tiempos cuando realmente se trata de una práctica habitual en muchísimos países de todo el mundo.

Descubrí el mundo de los portabebés cuando mi primer hijo tendría unos 3 meses, semana arriba, semana abajo. Como toda madre primeriza, desde su nacimiento (o incluso desde el embarazo) me había pasado horas leyendo todo lo que caía en mis manos acerca del cuidado y la crianza de los niños, encontrándome con opiniones, métodos y pareceres de todo tipo.

Navegando y buceando por internet, encontré sitios que desde el primer momento me parecieron interesantes, y en seguida me llamaron la atención esas mamas que porteaban a sus bebes llevándolos en diferentes tipos de telas, tal como había visto que lo hacían muchas mujeres africanas en mi ciudad, y que nunca me había planteado probar hasta entonces. 

 No me cuesta reconocer que en un primer momento me pareció una «moda» bastante extravagante y no le vi mayor utilidad que la puramente exhibicionista y la comodidad que suponía tener las manos libres mientras se llevaba encima al bebe. No me paré a pensar en ningún momento en los beneficios que podía reportar esta práctica, y fué solo al querer informarme acerca de los diferentes tipos de «trapos» cuando me di cuenta de lo realmente bueno que era para nuestros hijos estar en brazos.

A partir de ese momento, tuve que elegir entre las muchas opciones disponibles, tuve que aprender a distiguir lo que era un Mei Tai de lo que era un fular, un pouch o un Mei Hip, y las distintas formas de colocar a un bebe (delante, a la cadera, a la espalda…) pero sobretodo me convencí de las muchas ventajas de las que me iba a aprovechar desde ese momento.

Desde ese momento, se estableció un estrecho contacto con mi hijo que me permitía conocer en todo momento cuales eran sus necesidades. La sensación de cercanía era muy agradable y aunque nunca supe ni sabre si fué una cuestión  de caracter o debo agradecérsolo a los portabebes, lo cierto es que mi hijo jamás fué un bebe de llanto fácil. Cuando íbamos de paseo siempre estaba tranquilo, generalmente durmiendo y se le notaba feliz y seguro.

Es curioso como una de las «preguntas estrella» que nos hacen habitualmente a las mamas canguro cuando paseamos con nuestro bebe suele ser «¿Pero no te duele la espalda?, cuando la respuesta, es bastante obvia «Si nos doliera, no los llevaríamos«. Los portabebes ergonómicos no sólo se llaman así porque respetan la postura fisiológica del bebé, sino porque tambien respetan el cuerpo del porteador, repartiendo el peso del cuerpo del bebe de una manera mucho más natural y cómoda de lo que para muchos puede ser empujar un cochecito.

Actualmente me encuentro en el cuarto mes de mi segundo embarazo y hace ya unos meses que el peso de mi hijo «mayor» no nos permite disfrutar del porteo, por lo que aguardo con mucha ilusión la llegada de su hermana, dudando todavía del tipo de portabebe que elegiré en esta ocasión. Probablemente no me quede con uno, ni con dos, sino que pruebe con varios de ellos, pues como ya sabéis l@s mamas y papas canguros, esto de portear, engancha, y los que todavía no lo sois, no tengais miedo, no es necesario un máster para conocer los diferentes nudos, materiales y portabebes disponibles, es suficiente con googlear un poco para encontrar la ayuda que necesitáis.

(Ilustración de Mónica Calvo)